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Las sábanas de coralina están presentes en todos los escaparates de ropa de cama para este invierno. Pero, ¿son solo una moda o realmente tienen ventajas respecto a otras sábanas térmicas? Vamos a ver qué nos ofrecen.
Para empezar, las sábanas de coralina no sueltan pelusas. Se recomienda lavarlas antes del primer uso, pero esto es exclusivamente para que puedan soltar los restos de los tintes, como sucede con otras sábanas. Pero puedes meterte en cama sin miedo a salir totalmente cubierto de pelusas como ocurre con las sábanas de franela.
Tampoco hacen bolas, algo que también pasa con las sábanas térmicas tradicionales, las cuales tras varios usos acaban por llenarse de bolitas y pierden así gran parte de la comodidad que las caracteriza.
Un tacto muy especial
Las sábanas de coralina tienen un tacto muy especial, mucho más esponjoso incluso que las sábanas térmicas de microfibra. Casi parece que te metes en el interior de una cama de peluche. Como el resto de sábanas de este tipo, son calientes de por sí y al entrar en la cama no se siente frío.
Esta sensación es muy especial y gusta a todo el mundo, pero especialmente a aquellos que prefieren dormir sin pijama, ya que el tacto de la coralina sobre la piel es particularmente agradable. Al dar mucho calor, permiten no usar el pijama incluso a aquellos que son frioleros.
Al igual que las sábanas convencionales, la coralina puede tener diferentes grosores e incluso puede estar peinada por ambas caras para dar una sensación más esponjosa. A mayor grosor, más calidez de las sábanas que son perfectas para combinar con un nórdico y no dejar que pase nada de frío.
El precio de las sábanas de coralina
Las sábanas de coralina son, en líneas generales, un poco más caras que otras sábanas térmicas convencionales como la franela o las sábanas de los pirineos. Pero si se mide la duración de unas sábanas y otras, estando impecables, la coralina acaba siendo más económica por goleada.
Si además se buscan modelos clásicos o en tiendas outlet, es posible adquirir sábanas coralina por muy poco dinero, evitando el frío del invierno pero sin tener que dejar la cartera helada. Lo importante, como sucede habitualmente, es no quedarse con la primera oferta y comparar en otras tiendas hasta dar con los mejores precios para un mismo producto pero hay que buscar mucho para encontrar el mejor precio.